Los lugares dejan una huella imperceptible en nuestros cuerpos. La primera vez que estuve en el Centro Cultural San Martin, en 2009, era un edificio abandonado, cerrado al público, aunque ya había un proyecto para destinarlo a centro de arte. Aún quedaban vestigios del uso anterior del edificio, un centro de salud y una cárcel. Las dos realidades convivían sin llegar a tocarse. Descubrí el lugar durante la exposición-taller “Un ojo, dos ojos, tres ojos”, en el CAAM (Centro Atlántico de Arte Moderno). Me dejaron un manojo de llaves y la libre disposición de recorrerlo. La sensación era escalofriante. Si las paredes hablan, estas tenían mucho que contar. De esta primera incursión son las fotografías que se presentan. La segunda parte es fruto de la residencia artística para llevar a cabo un proyecto colectivo multidisciplinar en 2011. El lugar había cambiado, ya funcionaba como espacio de arte y costaba reconocer los lugares que había transitado previamente. Ahora sí que se hacía necesario ver qué había al otro lado de sus paredes. Imaginaba el flujo de historias emergiendo de la pared, contando sus historias a través de cuerpos diferentes, que exploran y se relacionan con el espacio de forma particular y especial. Todo ello queda recogido en la exposición “Intersticios del Ectoplasma”, comisariada por Jose Juan Torres de León.

Catálogo: https://www.flipsnack.com/BB8FDDAA9F7/intersticios.html